Calidad ambiental en oficinas

¿Por qué es fundamental la calidad ambiental en las oficinas para la salud laboral?

Pasamos más de un 80% de nuestro tiempo en espacios interiores. Gran parte de la población activa desarrolla su jornada laboral dentro de una oficina. Por tanto, pasa al menos 8 horas diarias el centro de trabajo. El ambiente interior donde trabajamos puede afectar en gran medida a nuestra salud. Así lo reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuando hace alusión al Síndrome del Edificio Enfermo (SEE).

De esta manera, asegurar la buena calidad del aire interior de la oficina es fundamental para la garantía de salud de los trabajadores. A continuación, vamos a tratar los principales focos de contaminación del aire anterior, las consecuencias que supone para el trabajador y soluciones para mejorar la calidad del ambiente.

Causantes de la mala calidad ambiental en oficinas

Numerosos factores influyen en la calidad del aire interior. Los principales tienen origen químico (compuestos orgánicos e inorgánicos presentes en el aire como polvo en suspensión) o biológico (mohos, esporas, bacterias o ácaros).

La calidad del aire también se ve afectada por el ambiente térmico (temperatura, humedad, velocidad del aire). La frecuente multicausalidad, la inespecifidad de síntomas y la dificultad para identificar fuentes causantes del problema dotan de gran complejidad la valoración de los problemas derivados de la mala calidad de aire.

La clasificación de los compuestos químicos presentes en el aire interior es:

  • Semivolátiles (COSV): compuestos orgánicos poco volátiles y persistentes como fungicidas, pesticidas, biocidas o retardantes de la llama, también los metales pesados. Estos componentes pueden ser detectados suspendidos en el aire. Sin embargo, mayoritariamente se encuentra en el polvo, tanto en suspensión como sobre superficies de los espacios interiores.
  • Volátiles (COVs): disolventes como compuestos aromáticos, glicoles, cetonas, alcoholes, etc., partículas en suspensión y fibras
  • Muy volátiles (COMV): como el cloro, el ozono, el monóxido de carbono (CO), dióxido de nitrógeno (NO2) y otros gases de combustión

Principales focos contaminantes del aire interior de oficinas

  • Sustancias químicas: producto de limpieza, pintura,…
  • Alérgenos como el polen
  • Monóxido de carbono (CO) y dióxido de nitrógeno (NO2)
  • Radon
  • Humedad: ciertas bacterias y hongos crecen en espacios con una ventilación inadecuada o insuficiente

Condiciones ambientales interiores óptimas

El Real Decreto 486/1997 sobre Lugares de Trabajo establece en su Anexo III una serie de criterios para los diferentes parámetros ambientales.

  • Temperatura
    • Trabajos sedentarios: 17ºC – 27ºC
    • Trabajos ligeros: 14ºC – 25ºC
  • Humedad relativa
    • Locales en general: 30% – 70%
    • Locales con riesgo por electricidad estática: 50% – 70%
  • Velocidad del aire
    • Trabajos en ambientes no calurosos: 0,25m/s
    • Trabajos en ambientes calurosos:
      • Sedentarios: 0,5m/s
      • No sedentarios: 0,75m/s

Estos valores se acotan más en el desarrollo de la Guía Técnica del INSHT de Lugares de Trabajo.

El mismo anexo de dicho Real Decreto establece asimismo valores de renovación mínima del aire en los locales de trabajo.

  • Trabajos sedentarios en ambientes no calurosos ni contaminados por humo de tabaco: 30m3 de aire limpio/hora por trabajador
  • Casos restantes: 50m3 de aire limpio/hora por trabajador

Consecuencias para el trabajador de la mala calidad ambiental en la oficina

Cuando la calidad ambiental interior de un local de trabajo es deficiente repercute en el confrot de los trabajadores. Esto puede provocar molestias, sensación de incomodidad y malestar,… provocando falta de concentración, mareos, etc.

Las Enfermedades Relacionadas con el Edificio (ERE) incluyen las alteraciones de salud más importantes provocadas por la mala calidad del ambiente interior. En las ERE el origen de la enfermedad es perfectamente conocido. Por su parte, los síntomas que aparecen sin conocimiento de causa y desaparecen una vez los trabajadores abandonan el edificio se han catalogado con la denominación del Síndrome del Edificio Enfermo (SEE).

Garantizar una buena calidad ambiental del aire en el interior de las oficinas

A la hora de garantizar la buena calidad del aire interior del centro de trabajo, resulta fundamental cuidar la buena ventilación del lugar. Esta ventilación puede ser tanto natural como mecánica.

  • Ventilación natural: tiene lugar a través de las ventanas, puertas e inclusos rendijas y grietas del edificio.
  • Ventilación mecánica o forzada: requiere de un sistema de conductos que transporte el aire y ventiladores que lo impulsen.

Ambos tipos de ventilación, pueden ayudar a regular las condiciones de temperatura y humedad del local. Además, proporcionan oxígeno y diluyen los contaminantes.

En el caso de la ventilación mecánica suelen utilizarse sistemas de ventilación-climatización para de suministrar aire tratado, limpio y con una temperatura y humedad determinadas. Otras veces, sin embargo, el sistema de climatización y el de ventilación son independientes.

Si el sistema de climatización es independiente, resulta primordial instalar filtros de aire acondicionado adecuados. La selección de los filtros depende del entorno de aplicación y debe ser minuciosamente evaluada. Se debe tener en cuenta que los filtros pueden retener partículas y aerosoles transportados por el aire.

Además de la ventilación, también es recomendable elegir materiales saludables de acabado como barnices, pinturas, madera, cerámica y demás elementos de decoración, con bajo o nulo contenido de sustancias nocivas.

En este enlace puede acceder al Manual de Calidad de ambiente interior en oficinas elaborado por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT).

 

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