05 Dic Prevención de riesgos laborales y discapacidad en Menorca
Aspectos a tener en cuenta en nuestro plan de prevención para los trabajadores con discapacidad.
Esta semana ha comenzado con el día de la discapacidad, el día 3 de diciembre. Desde imhotep Menorca apoyamos la integración laboral de este colectivo. Además, según los datos registrados por Odismet, las islas baleares registran una de las tasas de paro en personas con discapacidad más bajas del país (22,5) y de empleo más altas (31,5). Por ello, queremos compartir esta publicación. En ella pretendemos recopilar una serie de aspectos a tener en cuenta a la hora de realizar el plan de prevención para empresas que cuenten con trabajadores con alguna discapacidad.
El foco de la prevención de riesgos son las personas. Esto hace necesario adaptar la prevención a la situación del trabajador. Tendremos que conocer las limitaciones de éste, para poder elaborar un plan adecuado a su situación. Para crear esta pequeña guía para prevención con trabajadores con discapacidad, vamos en primer lugar a enumerar las discapacidades más comunes, en las que nos vamos a centrar. La clasificación básica quedaría así:
- Física
- Personas que utilizan silla de ruedas
- Discapacidad motórica
- Personas con dificultades para caminar
- Discapacidad de agarre o manipulación
- Sensorial
- Ceguera
- Deficiencia visual
- Sordera e hipoacusia
- Intelectual
Aplicación de la prevención de riesgos para personas con discapacidad
El artículo 25 de la LPRL (Ley de Prevención de Riesgos Laborales) sobre “Protección de trabajadores especialemnte sensible a determinados riesgos”, en su punto 1 enuncia: “El empresario garantizará de manera espefícica la protección de los trabajadores que, por sus propias caracteristicas personales o estado biológico conocido, incluidos aquellos que tengan reconocida la situación de discapaciad física, psíquica o temporal, sean specialmenet sensibes a los riesgos derivado del trabajo. A tal fin, debeá tener en cuentadichos aspectos en las evaluaciones de los riesgos, y en función de éstas, adoptará las medidas preventivas y de protección necesarias”.
Además, en el Anexo I, parte A, punto 13 del Real Decreto de Lugares de Trabajo se indica que “Los lugares de trabajo y, en particular, las puertas, vías de circulación, escaleras, servicios higiénicos y puestos de trabajo, utilizados u ocupados por trabajadores minusválidos, deberán estar acondicionados para que dichos trabajadores puedan utilizarlos.”
Discapacidad física
Personas que utilizan silla de ruedas
La situación de estos trabajadores puede diferir en algunos aspectos. Así, según el tipo de lesión, pueden carecer por completo o no de sensibilidad en la extremidades inferiores, la silla de ruedas puede ser de impulso manual o eléctrica,… No obstante, podemos enumerar los riesgos más importantes y habituales que puede sufrir los trabajadores con este tipo de discapacidad y debemos tener en cuenta en la prevención de riesos:
- Caídas de la silla
- Golpes y arañazos contra objetos inmóviles debido a la escasez de espacio
- Sobreesfuerzos por debido a la necesidad de salvar barreras arquitectónicas
- Limitaciones de posibilidades de alcance tanto visual como manual, debido a su posición
- Especial riesgo en situaciones de emergencia y evacuación ante la imposibilidad de bajar escaleras por medios propios
- Si el tipo de lesión que presenta incluye la insensibilidad en las extremidades inferiores, existe riesgo de quemaduras por contactos térmicos
Personas con dificultades para caminar
Los trabajadores que presentan este tipo de discapacidad suelen precisar de la ayuda de elementos como bastones, muletas o andadores. Algunas de sus necesidades coinciden con las de las personas en sillas de ruedas. Así, ambos tipos de trabajadores comparten la necesidad de espacios grandes para pasar, el mayor riesgo de golpes y choques contra objetos inmóviles, el riesgo en momentos de evacuación y los riesgos de sobreesfuerzos. Además, como norma general se debe intentar que el elemento de apoyo que utilicen (bastón, muleta o andador) permanezca en todo momento de la jornada de trabajo junto al trabajador. Asimismo, pueden precisar de una serie de ayudas técnicas en el puesto de trabajo.
Personas con discapacidad de agarre o manipulación
En este caso, los trabajadores con dificultades para utilizar brazos y manos presentan complicaciones a la hora de agarrarse, progeterse o apoyarse, por lo tanto se produce un agravamiento de daños en caídas. Asimismo, presentan mayor riesgo en la caída de objetos en manipulación, al no presentar las condiciones físicas de agarre óptimas. Estos trabajadores también pueden necesitar ayudas técnicas en el puesto de trabajo.
Discapacidad sensorial
Personas ciegas o con deficiencia visual
Las caídas al mismo y a distinto nivel, los choques contra objetos inmóviles y/o los atropellos y golpes con vehículos al carecer de información visual son los mayores riesgos de este colectivo. En situaciones de emergencia precisan de acompañamiento para la evacuación.
También debemos tener en cuenta en el plan de prevención de riesgos cuando contamos con trabajadores de este colectivo la situación de los objetos. Al entregar algún objeto, documento o herramienta a estos trabajadores, será necesario dar las indicaciones de su situación en la superficie de trabajo. Es aconsejable también llevar la mano de la persona invidente hasta cada objeto de la mesa para que lo reconozca. Resulta fundamental no modificar la ubicación de los objetos que forman parte de su entorno habitual sin comunicárselo previamente. Este tipo de trabajadores pueden precisar, en función del tipo de deficiencia visual, de ayudas técnicas en el puesto de trabajo.
Personas sordas e hipoacúsicas
Muchos de los trabjadores sordos se comunican mediante el lenguaje de signos y/o leyendo los labios de sus interlocutores. Esta característica influye a la hora de relizar el plan de prevención de riesgos adaptado a sus necesidades. Ya que al precisar de contacto visual constante con su interlocutor, estan más expuesto al riesgo de choques o golpes contra objetos moviles e inmóviles. Además, al hablarle a estos trabajadores el rostro del interlocutor debe estar bien iluminado, procurando o taparse la boca con la mano o tener un cigarillo. Es aconsejable emplear frases cortas y gramaticalmente correctas y tratar de no hablar varias personas al mismo tiempo.
Al padecer dificultad en la percepción de señales acústicas o ruidos de vehículos existe un mayor riesgo de atropellos o golpes con vehículos para este colectivo. Esta dificultad obliga asimismo a potenciar los avisos visuales para las situaciones de emergencia y evacuación. Es posible, según el tipo de deficiencia auditiva que padezca el trabajador, que precise de una serie de ayudas técnicas para el desempeño de sus funciones en el puesto de trabajo.
Discapacidad intelectual
Los trabajadores con discapacidad intelectual hacen preciso asegurar que el nivel de información sumistrado es el adecuado a sus capacidades. Asímismo, el plan de prevención de riesgos debe contemplar que las emergencian suponen una situación de especial riesgo para éstos. Igualmente, se incrementa el riesgo de atropellos o golpes con vehículos para estos trabajadores, debido a la complejidad de estímulos que supone el trafico.
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