La evolución del trabajo a domicilio en pandemia: de la invisibilidad al trabajo decente

El informe de la OIT que analiza la evolución del teletrabajo con la pandemia de COVID19

Antes de la pandemia mundial ya existían trabajadores realizando sus labores desde casa. Sin embargo, no era apenas tenido en cuenta en la diseño de las instrucciones del mercado de trabajo. El aumento del teletrabajo en la actual situación ha acarreado la necesidad de valorar las implicaciones del trabajo a domicilio tanto para trabajadores como para empleadores. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha elaborado un informe sobre la evolución del trabajo a domicilio. Este informe propone orientaciones sobre políticas para una evolución hacia el trabajo decente para trabajadores a domicilio, tanto nuevos como antiguos.

En primer lugar, el informe recoge los tipos de trabajo a domicilio que existen. Para esta clasificación se basa en lo recogido en Convenio (núm. 177) y la Recomendación (núm. 184) sobre el trabajo a domicilio, 1996, de la propia OIT. La clasificación propuesta es la siguiente:

  • Trabajo industrial a domicilio: producción de bienes llevada a cabo por los trabajadores a domicilio
  • Teletrabajo: trabajadores asalariados que utilizan TIC para realizar su trabajo a distancia de manera regular o permanente
  • Trabajo en plataformas digitales: tareas del sector servicios realizadas por trabajadores en plataformas de trabajo en régimen de externalización abierta

Características principales de los trabajadores a domicilio

Los trabajadores a domicilio son un subgrupo de trabajadores se definen estadísticamente como trabajadores asalariados o contratistas dependientes. Según la OIT, en 2019 había en el mundo unos 260 millones de trabajadores basados en el domicilio (el 7,9% del empleo mundial). Esta cifra es anterior a la pandemia de COVID19. Por tanto, se estima que en 2020 los datos superen con creces las cifras de 2019.

En la mayoría de países de los que hay datos, los trabajadores basados en el domicilio suponen menos del 10%. No obstante, hay 13 países en los que representan más del 15%. En Asia y el Pacífico roza el 65% de todos los trabajadores asados en el domicilio a nivel mundial.

Por otra parte, en los países de ingreso bajo la mayoría de los trabajadores basados en domicilio son trabajadores por cuenta propia, mientras que en los países de ingreso alto, son más numerosos los trabajadores asalariados.

Asimismo, el informe refleja que la mayoría de personas que trabajan desde sus casas son mujeres (147 millones frente a 113 millones de hombres). Las mujeres representan un 56% de todos los trabajadores basados en el domicilio.  Un 11,5% de mujeres trabaja desde el hogar, frente al 5,6% de hombres.

A pesar de ello, esta posibilidad de trabajo desde le hogar es bien recibida tanto por mujeres como por hombres que buscan mayor flexibilidad. Igualmente, es una medida con buena acogida para los trabajadores con discapacidad, pues aumenta sus posibilidades de ocupar un trabajo remunerado.

Ventajas y riesgos del trabajo a domicilio

Los trabajadores a domicilio, como hemos visto, suponen una categoría heterogénea. Sin embargo, el informe refleja una penalización del trabajo a domicilio en todos los países, sin discriminación en cuanto calificación. Así, los trabajadores a domicilio, por norma general, ganan menos que los trabajadores que no están basados en el domicilio.

En cuanto a las ventajas, la mayor ventaja observada es la flexibilidad de horarios. Sin embargo, para los teletrabajadores la difusión de la línea divisoria entre tiempo de trabajo y tiempo personal supone una preocupación.

Existen importantes lagunas en cuanto a la protección de estos trabajadores. El análisis determinó que, en algunos países, se observa una brecha de hasta el 40% en materia de protección social frente a personas que trabajan fuera del hogar.

Respecto a la seguridad y salud en el trabajo, los riesgos varían en función del tipo de trabajo a domicilio que se lleve a cabo. Así:

A rasgos generales, la organización es un gran desafío para este tipo de trabajadores. Igualmente, sufren un menor acceso a la formación. Del mismo modo, uno de los mayores riesgos de los trabajadores a domicilio es el alto nivel de informalidad.

Pro de la evolución del trabajo a domicilio al trabajo decente

El Convenio (núm. 177) y la Recomendación (núm. 184) promueven la igualdad de trabajo entre trabajadores a domicilio y trabajadores fuera del hogar. Por tanto, podemos afirmar que tiene como objetivo no declarado la transformación del trabajo a domicilio en una fuente de trabajo decente.

En 2019, solo diez Estados Miembros de la OIT han ratificado el Convenio (núm. 177) y pocos incluyen una política integral para el trabajo a domicilio. A menudo, las medidas adoptadas ofrecen solo respuestas parciales.

Supone una importante medida asegurar a estos trabajadores la libertad sindical y el derecho a negociación colectiva. Asimismo, es necesario combatir la informalidad que sufre este colectivo.

El informe también desglosa las medidas y propuestas para los tres tipos de trabajadores a domicilio presentados en el mismo: trabajadores industriales a domicilio, teletrabajadores y trabajadores en plataformas digitales.

Cuando, de un día para otro, el mundo fue brutalmente golpeado por la pandemia de COVID19, gran número de trabajadores empezaron a trabajar desde sus casas tanto para conservar sus empleos como para preservar sus vidas. No hay duda de que el trabajo a domicilio va a ganar importancia en los próximos años. Por tanto, no hay mejor momento para fomentar la lucha por la consecución de que el trabajo a domicilio evolucione a un trabajo decente que garantice todos los derechos de sus trabajadores.

Puedes acceder al informe completo pinchando en este enlace.

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