Control y gestión del tiempo

Si no tener tiempo para todo forma parte de tu día a día, es que no estás teniendo una gestión eficaz del tiempo

En la actualidad, llevamos una vida acelerada que nos provoca la sensación de no tener tiempo de nada. Si bien es cierto que hay ocasiones en las que no da tiempo a todo y nos vemos obligados a dejar aparcadas algunas tareas. No obstante, si esto sucede constantemente, es un día a día, lo más probable es que no estés gestionado el tiempo correctamente. Mantener el control y una correcta gestión del tiempo pueden facilitar una organización eficiente de nuestras obligaciones y tareas.

El control y una correcta gestión del tiempo repercuten directamente en los niveles de productividad. La saturación de tareas produce fatiga, estrés,… y tiene un efecto paralizante que desemboca en inactividad.

¿Qué hacer para tener el control del tiempo?

El aspecto principal es concienciarnos de que no se trata de una cuestión de tiempo, sino de priorizar tareas. Este primer paso es el más complicado, tendemos a auto excusarnos para evadir y postergar algunas obligaciones. Sin embargo, es necesario de cara a una nueva organización más eficiente.

Por tanto, un pequeño truco para empezar a organizar tu tiempo según tus prioridades reales puede ser cambiar nuestro enfoque. Realizar modificaciones en el lenguaje, en la forma en la que nos hablamos a nosotros mismos, puede ayudar a esto. Así, en lugar de decir “No tengo tiempo para ir al gimnasio“, reformularíamos la frase a “Ahora mismo no es mi prioridad ir al gimnasio y cuidar de mi salud“. De este modo, te darás cuenta fácilmente de qué tareas estas priorizando. Si averiguas que estás dedicando más tiempo a cosas que no son realmente tu prioridad, sabrás que necesitas mejorar tu gestión del tiempo.

Gestión eficaz del tiempo

Actualmente sigue utilizándose como modelo la matriz de gestión del tiempo de Eisenhower. Esta matriz clasifica las tareas a realizar en función a la importancia y urgencia. Las tareas que nos ayudan a conseguir nuestros objetivos a largo plazo se clasificarían como tareas importantes. Por su parte, las tareas urgentes serían las que requieren de atención inmediata.

La clasificación según la matriz de Eisenhower sería:

  • Cuadrante 1. Tareas urgentes e importantes: tareas paras las que necesitas dejarlo todo y ponerte con ellas.
  • Cuadrante 2. Tareas importantes pero más flexibles en el tiempo: son ocupaciones importantes que pueden llevarse a cabo a largo plazo.
  • Cuadrante 3. Tareas urgentes pero con menor importancia: lo mejor sería delegarlas para poder priorizar tareas del cuadrante 2.
  • Cuadrante 4. Tareas ni importantes ni urgentes: trataremos de no hacerlas o minimizarlas al máximo.

Atendiendo a la división que nos ofrece la matriz, la gente productiva dedicaría la mayor parte de su tiempo a realizar tareas del cuadrante 2, reduciría el tiempo dedicado al cuadrante 1 y no se preocuparía del resto de cuadrantes (3 y 4). Las tareas del cuadrante 2 facilitan vivir la vida activamente, anticipándote y no haciendo todo deprisa con tareas pendientes para ayer. Además, son las que te acercarán a la consecución de tus objetivos, haciéndote sentir más satisfecho.

Por tanto, a partir de ahora con esta valiosa información, podrás planificar cómo vas a organizar tus tareas a partir de ahora. Calcula el tiempo que le dedicas a cada tarea en función de su importancia y urgencia. Una vez hecho, plantéate qué quieres cambiar y cómo quieres organizar tu tiempo.

La gestión del tiempo es solo cuestión de priorizar. Por tanto, revisa tus prioridades y aprovecha de la mejor manera posible las 24 horas que tiene cada día.

 

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